Jane Park (Foto de Instagram)
¿Se puede ser desafortunado si te toca la lotería? Para la mayoría de nosotros es impensable. Todos soñamos con que nos toque un premio, cumplir sueños, dejar de trabajar y retirarnos para disfrutar de la vida.
No es el caso de Jane Park, una joven británica que cumplió el sueño de muchas personas: recibir de un día para otro 1 millón de libras gracias a la lotería. Un premio que sin duda te cambia la vida. Tanto fue así, que la joven Jane se siente desafortunada, se queja abiertamente de que ese premio le ha hecho la vida más complicada y pretende demandar al Estado aduciendo estrés.
Jane adquirió su boleto de lotería cuando tenía 17 años y ese día cambió su vida, según ella, para mal. Según sus propias palabras, tuvo que dejar a su novio porque sólo se interesaba por su dinero y nunca más ha podido encontrar el amor.
Una casilla de publicidad, la clave de la desdicha
En Reino Unido, el premio de la lotería tiene una peculiaridad. Cuando rellenas el boleto, puedes elegir con o sin publicidad. Es decir, das permiso para que todo el mundo sepa que has ganado el premio y compartir con ellos tus momentos de disfrute.
Te conviertes en un o una celebrity al instante.
“Pienso que la vida sería más fácil si no hubiese ganado” (Jane Park, ganadora de 1 millón de libras)
La vida de Jane Park tras ganar la lotería
Jane viajó por el mundo, se compró un BMW de lujo y gasta compulsivamente el dinero en ropa y complementos. Su abuela le decía, que ese premio era muy peligroso debido a su edad. Y parece que tenía razón.
Ahora Jane se plantea demandar al Estado por estrés, intentando que se amplíe la edad mínima para poder jugar a la lotería.
El Estado británico se defiende indicando que se puso a su disposición un asesoramiento financiero para ayudarla a administrar toda la fortuna, con el objetivo de evitar una gestión deficiente. Pero Jane obvió todo tipo de asesoramiento económico y dedicó su nueva vida a compartir por Redes Sociales todo lo que iba aconteciendo en su día a día.
En la actualidad, Jane ha empezado a trabajar como dependienta para intentar volver a la normalidad y encontrar la felicidad que perdió tras cobrar 1 millón de libras. Jane está convencida de que superará su período de depresión pero no ha querido dejar pasar la oportunidad de manifestar su rechazo a la lotería.
Una historia que sin duda nos hace ver que el dinero no siempre da la felicidad, aunque la mayoría pensemos que nos acerca mucho a ella.