¿Cuántas veces hemos comenzado con entusiasmo una dieta, un curso de formación, una nueva andadura en el gimnasio o unas clases para mejorar nuestro inglés? La propia idiosincrasia del ser humano le obliga a dedicar unos minutos de decisión acerca de nuevos retos e intentar conseguirlos a corto plazo.
La motivación se ha convertido en un término popular hoy en día. Existen entrenadores, oradores motivacionales, libros y artículos de motivación por todas partes. Para lograr cualquier cosa, necesitamos una fuerza interna que nos ayude a seguir con el curso o rutina y no caer en la frustración y la pereza.
¿Cuál es el problema? No nos sentimos igual de motivados en todo momento. Con objetivos que requieren una rutina de esfuerzos diarios o semanales, nuestro cuerpo experimenta multitud estados anímicos que pueden hacer que nos replanteemos aquel maravilloso reto que nos marcamos días atrás.
Podemos decir que el subidón de la motivación es de corta duración.
Planificación de nuestros deseos
Los deseos por sí solos, son conceptos débiles. Sólo reflejan una necesidad o un sueño. Es la motivación personal la que nos permite alcanzar las metas y cumplir con esos deseos y retos que nos marcamos.
Con el fin de obtener motivación, es necesario saber exactamente lo que deseamos, poseer un fuerte deseo, y estar dispuesto a hacer lo que sea necesario para lograr el objetivo.
Análisis de nuestro deseo
Si no nos sale de dentro, es que no es tan importante para nosotros. Hay muchos objetivos que nos marcamos por inercia, modas o agentes externos. Debemos reflexionar y evaluar si realmente el objetivo es importante para nosotros y si esfuerzo y recompensa está justificado.
No te desgastes en objetivos con poca recompensa para ti, céntrate en los que te motivan de verdad!
Objetivos a corto plazo
Marcarnos pequeños objetivos a corto plazo nos reforzará la motivación para continuar con el proceso hacia el reto mayor. Por ejemplo, para un estudiante es muy típico marcarse un número de páginas o temas diarios de una asignatura de cara a un examen. Esto refuerza el autoestima y nos potencia la motivación para afrontar el siguiente objetivo.
Escribir nuestro objetivo
Sí, escribir nuestro objetivo en un papel y mirarlo todos los días nos recordará que un día nos dimos cuenta de qué es lo que queremos de verdad para nuestra vida. No lo olvides, ten tu objetivo escrito y cerca de ti, da igual el formato (papel, imagen, figura, etc.)
Visualizar el modo de alcanzar nuestro objetivo
Valora realmente las posibilidades reales y objetivas de tu reto y marca las pautas para lograrlo conforme a tus recursos. Es importante ser realista, y marcar los pequeños objetivos que nos permitan ir paso a paso.
Toda información es valiosa
Relaciónate con personas que hayan alcanzado el objetivo que tu buscas y que te cuenten cómo lo han hecho. Internet es una fuente de información muy buena y cuenta con multitud de blogs que informan acerca de cómo han conseguido ciertos retos personales (salud, dinero, trabajo, etc.)
Recordar los beneficios de conseguir el objetivo
El recuerdo de la recompensa nos hace aumentar nuestra motivación y reforzar nuestra fuerza de voluntad para seguir con nuestro plan establecido. Recuerda los beneficios, pero no te obsesiones y sigue trabajando.
Ten en cuenta los malos momentos
Sabes que tendrás malos momentos, el camino es demasiado largo y los estados anímicos varían dentro de cada persona. Piensa que esto ya lo sabías, que es algo normal y no dejes que la desmotivación invada tu mente. Recuerda tu objetivo y la recompensa 😉
¿Conoces más trucos para aumentar la motivación y cumplir objetivos? Cuéntanoslos!