La salud es un estado de bienestar mucho más complejo de mantener de lo que pudiéramos pensar en un principio, pues son muchos los factores que juegan un papel esencial para mantenernos saludables y evitar, en la medida de lo posible el desarrollo de ciertas afecciones, como las enfermedades cardiacas, los accidentes cerebrovasculares, ciertos tipos de cáncer o problemas sexuales, por poner algunos ejemplos bastante comunes entre la población.
El camino hacia una buena salud comienza con una buena alimentación, este es el primer pilar sobre el que debe asentarse para no tambalearse y acabar debilitados y propensos a la enfermedad “Que el alimento sea tu medicina y tu medicina sea tu alimento” nos recuerda el mismísimo padre de la medicina, Hipócrates.
Y es que una nutrición equilibrada, no solo en cantidad sino en calidad, nos traerá muchos beneficios, ayudándonos así mismo a mantener un peso adecuado y a tener controlado el colesterol. Para luchar contra el mal de la enfermedad no hay mejor apoyo que podamos encontrar a una buena alimentación, que la práctica regular de ejercicio físico.
El sobrepeso es uno de los grandes males de la sociedad occidental y contribuye a la incapacidad de mantener una vida sexual activa y sana. No solo nos afecta a nivel físico, sino también emocional y mental, pues a veces, si no nos sentimos atractivos, no somo capaces de relacionarnos de forma sana íntimamente hablando, pues nos llenamos de complejos.
La sexualidad es un tema realmente complejo y son muchos los detonantes que pueden llevarnos a no vivirla con plenitud. Si te sientes incluido dentro del enorme número de personas que no consideran que su actividad sexual es normal, sana o está desequilibrada si alguna vez te has planteado la pregunta ¿Quieres tratar con profesionales tus trastornos sexuales? Entonces ten por seguro que la respuesta es afirmativa.
Si sufres algún problema relacionado con tu sexualidad, lee este post muy interesante sobre el tema, de Patricia Garzón, psicóloga experta en terapia de pareja y trastornos sexuales masculinos y femeninos, pues gozar de salud incluye estar informado y vivir una sexualidad sana y activa, aunque es un tema del que, durante demasiado tiempo, ha estado prácticamente prohibido hablar y que, aún a día de hoy, sigue siendo tabú para muchas personas, no seas una de ellas.
Practicar sexo es bueno tanto para la salud emocional como física, siempre que se practique de forma segura, natural y sin forzar. Para una gran mayoría de expertos, la mejor fórmula para evitar enfermedades en este sentido es evitar la promiscuidad y que la pareja solo practique sexo entre ellos. Aún así, se recomienda el preservativo como la mejor solución no solo para prevenir embarazos no deseados, sino para evitar las enfermedades de transmisión sexual, que pudieran venir de relaciones anteriores.
Por supuesto, dentro de las recomendaciones para mantenerse saludables, no podemos dejar de señalar que el tabaco o la ingesta excesiva de alcohol es muy negativo para nuestro bienestar y deteriora nuestro organismo, tanto a nivel físico como mental y por supuesto, sexual.
La salud mental
La capacidad mental es uno de nuestros mayores tesoros, es la esencia de lo que somos como personas, y si esta facultad se ve mermada, todo nuestro mundo cambiará, puede que incluso lleguemos a ser dependientes de terceras personas, perdiendo nuestra libertad individual.
Los ejercicios para desarrollar el intelecto y mantenerlo en forma son tan importantes como la práctica de ejercicio físico de cualquier otro músculo, así como proporcionarles todos lo nutrientes, aquellos que permiten aumentar el rendimiento cognitivo, como lo hace brain plus iq, un complemento alimenticio natural que puedes encontrar en este sitio web y que mejora la memoria y la concentración, además de otras capacidades cerebrales.
La salud emocional está directamente relacionada con nuestra salud mental y es un componente muy importante de la salud general. Las personas que consiguen estar emocionalmente sanas mantienen el control de sus comportamientos, sus pensamientos y sentimientos. Por este motivo, son capaces de hacer frente a cualquier desafío que la vida pueda presentarles, y es que saben poner los problemas en perspectiva y así recuperarse con mayor facilidad de los contratiempos. Son personas completas, que se sienten bien consigo mismas, y por lo tanto pueden relacionarse mejor con el entorno y con los elementos que componen la sociedad.
Debemos diferenciar entre estar emocionalmente saludable y estar feliz todo el tiempo, ya que esto último es prácticamente imposible de conseguir. Las personas que son emocionalmente saludables son conscientes de sus emociones y pueden enfrentarse a ellas, aunque sean negativas. Las personas emocionalmente sanas son aquellas que también sienten tristeza, estrés o ira, pero no dejan que estos sentimientos se apoderen de ellas. Así mismo, saben cuando un problema les sobrepasa y no dudan en pedir ayuda, pues es este un signo de inteligencia, nunca de debilidad.
Los estudios demuestran que la salud emocional y mental son habilidades que podemos desarrollar. Existen pasos, métodos, ejercicios y estrategias que podemos conocer y ejecutar para mejorarla y ser más felices.