¿Cómo tener más capacidad de decisión?

¿Has sentido que necesitas ayuda en la toma de decisiones? Si es así, lo primero que debes saber es que se trata de una situación perfectamente normal.

Tomamos decisiones prácticamente desde que nacemos: portarnos bien o no, reír o llorar, ser amigos de Ana o pelear otra vez.
Crecemos tomando decisiones cada vez más complejas, la mayoría de ellas de manera inconsciente, o sin pensar mucho en sus consecuencias.

Empezamos a sentir que requerimos un empujón a la hora de tomar decisiones cuando estas dejan de ser decisiones simples, se vuelven más complejas y pueden tener consecuencias inesperadas.

Parte de hacerse adulto es comprender que toda decisión tiene consecuencias.

Estudiantes y profesionales continuamente están tomando decisiones que afectan su futuro, su trabajo y a las personas que los rodean, como familiares y compañeros de trabajo.

Como una herramienta de ayuda en la toma de decisiones es recomendable tomar en cuenta los siguientes factores:

Exceso/falta de confianza

A veces no confiar demasiado en tus propias capacidades o la de los demás puede ayudar a evitar tomar decisiones apresuradas. Por el contrario, el exceso de confianza puede empujarte a tomar decisiones equivocadas. No es malo dudar o desconfiar cuando se va a tomar una decisión importante, si eso te obliga a observar con mayor atención.

Contemplar todas las posibles consecuencias

Evaluar todos los posibles resultados de una decisión, qué y a quiénes va a afectar, y qué otra elección podría hacerse que produjera mejores resultados.
Poner en una balanza ventajas y desventajas, y optar por la que parezca más conveniente, aunque no siempre coincida con la que nos hubiera gustado tomar.
Mi amigo y psicólogo en Barcelona Manuel de Tena Montesinos siempre me dice :

«Ponte en el peor y en el mejor de los escenarios, la balanza se decantará sola»

Apoyarse en la experiencia de otros

Buscar ayuda en la toma de decisiones no es señal de debilidad: presidentes de naciones, directores generales, CEO y gerentes se apoyan a menudo en asesores y consultores con experiencia en determinadas áreas, antes de tomar una decisión.

Apoyarse en la experiencia de otros no debe hacernos olvidar que al final la decisión es nuestra.

Ponerse un límite de tiempo para decidir

Si se trata de una decisión que no puede postergarse hay que establecer un límite para el análisis de las diferentes opciones y para tomar una decisión definitiva. Saber que hay un límite para actuar puede ser una ayuda en la toma de decisiones.

Utilizar la experiencia propia

A veces olvidamos nuestra propia experiencia en decisiones anteriores muy parecidas a las que debemos tomar. Hay que utilizar la memoria en nuestro beneficio.

No es completamente cierto aquello de que el ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. En gran medida hemos llegado a ser lo que somos gracias a que aprendemos de nuestros errores, y tomamos mejores decisiones.

Aprender para no volver a caer (o caer menos)

Las malas decisiones, las que no resultaron como esperábamos, pueden servir de aprendizaje. Podemos aprender de nuestros errores para hacerlo mejor en la siguiente ocasión.

La vida y la experiencia laboral tienden a ponernos frente a situaciones parecidas una y otra vez.

Controlar las emociones

Puede ser que nuestras emociones puedan influir en la toma de decisiones, tenemos que ser conscientes de que si las emociones influyen en las decisiones corremos un gran riesgo. Las emociones son muy cambiantes, por tanto, asociar emociones y decisiones puede llevarnos a malas decisiones.

En el blog de Centro Médico de Psicología hay un artículo muy interesante sobre gestión emocional. Finalmente, hoy en día hay profesionales que pueden proporcionar ayuda en la toma de decisiones, si te sientes paralizado y no logras identificar las causas.

Buscar ayuda cuando es necesario suele ser una muy buena decisión.

Si necesitas ayuda de un profesional y no sabes por donde empezar a buscar nosotros te recomendamos Centro Médico de Psicología. Cuentan con psicólogos colegiados con amplia experiencia y atienden tanto de forma presencial en Barcelona como online.

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