Cómo factores como la motivación y, sobre todo, el humor, combinados dan lugar a un tipo de temperamento u otro.
El ser humano es voluble, y se encuentra en constante cambio y evolución, forjando poco a poco su carácter inclusive aún y cuando este es adulto. La personalidad y el temperamento de una persona sigue por tanto una dinámica cambiante que se ve afectada por todo tipo de factores en su vida cotidiana, tanto internos como externos a esta. Factores que le afectarán en mayor o menor medida dependiendo de si se tratan de problemas sociales, familiares, económicos, etc. Siendo aquellos más cercanos al sujeto o vividos mediante experiencia propia aquellos que más suelen marcar en el carácter de una persona.
Existen en activo aún hoy en día teorías derivadas de los pensamientos de científicos y médicos griegos que desde la antigua Grecia estudiaban ya la variedad de tipos de temperamentos, y que son perfectamente aplicables para poder determinar el temperamento de la persona en la actualidad. Se trata de la teoría de los cuatro humores.
La teoría de los cuatro humores y su relación con el temperamento de una persona
El humor y la motivación son dos de las claves que determinarán el carácter de una persona en un momento dado, cambiándolo por completo a lo que habitualmente pueda ser su personalidad usualmente. Así, es bastante común que alguien que por norma general sea tranquilo pueda convertirse en una persona muy agresiva en un momento dado, o viceversa. Por tanto, a raíz de esta teoría se determinó que también podrían clasificarse los temperamentos básicos de una persona atendiendo a los cuatro humores y la mezcla de los mismos debido precisamente a la importancia de estas circunstancias con respecto al comportamiento de una persona en un momento o días determinados.
¿Cuáles eran la variedad de humores?
- La sangre, relacionado directamente con el elemento aire.
- La flema, relacionado con el elemento acuático.
- Bilis amarilla (fuego) y bilis negra (tierra).
Mediante la mezcla de los humores, se podía determinar el comportamiento de una persona y la forma en que esta expresaba sus emociones, dando así lugar a un tipo de temperamento u otro.
Teoría de los temperamentos básicos
Existen por tanto también cuatro variedades de tipos de temperamentos distintas entre sí y derivadas de esta teoría, siendo el autor de su clasificación el médico griego Galeno, a saber:
Temperamento sanguíneo
Este tipo de temperamento relacionado también con el aire (al igual que el humor del que se compone principalmente) se le otorga a las personas que son vivaces, alegres y muy optimistas, a las que les gusta estar acompañadas y socializarse.
La forma de actuar de personas que tengan el tipo de temperamento sanguíneo es sentimental, buscando la mayoría de las veces la satisfacción inmediata de sus necesidades y/o pretensiones en sus actos, algo que los lleva a ser poco racionales la mayoría de las veces y a dejar muchas cosas a medias. Suelen ser cercanos y además otorgan calidez a todo aquel que le acompañe en sus aventuras.
Temperamento flemático
El tipo de comportamiento más tranquilo de todos, siendo sus características principales la serenidad y el raciocinio. No suelen expresar mucho sus emociones, y son bastante calculadores y meticulosos con todo lo que hacen, lo que les suele dar una apariencia bastante más fría de lo normal, aunque habitualmente esta condición no se corresponda con la realidad.
Las personas flemáticas corresponden con un temperamento relacionado con el elemento agua, y prefieren no destacar a nivel social, por lo que serán por norma general los más callados del grupo, prefiriendo que las riendas del liderazgo y la voz cantante las lleven otros. Por tanto, podríamos describir a una persona con un temperamento flemático como calmada, inteligente e introvertida.
Temperamento colérico
El tipo de temperamento colérico está representado perfectamente por el fuego, ya que normalmente las emociones y los actos de estas personas suelen ser muy enérgicos. En ocasiones demasiado, y esto da lugar a situaciones quizá algo extremas y problemáticas. Hostilidades que dicha persona de temperamento colérico no rehuirá, ni mucho menos, defendiendo su postura en todo momento y hasta el final siempre y cuando esté seguro de ello al 100%. Cuando decimos que una persona es demasiado temperamental, la gran mayoría de las veces nos referimos al temperamento colérico y la (a veces excesiva) energía con la que actúan las personas clasificadas dentro de este temperamento.
No temen por tanto las confrontaciones ni tampoco dar su opinión, siendo personas perfectas para roles de liderazgo.
Temperamento melancólico
Es uno de los comportamientos más cambiantes dentro de este listado de temperamentos básicos, aunque siempre suelen ser personas con tendencias a la tristeza y la melancolía, y de ahí su nombre. A su vez, el temperamento melancólico suele pertenecer también a personas muy creativas, perfeccionistas e introvertidas, aunque a menudo necesitan de emociones, consejos y comportamientos positivos a su alrededor para evitar inseguridades y ganar confianza en todo aquello que hacen.