¿Tu hijo es adicto a las drogas? Te contamos las claves para descubrirlo

No hay duda de que uno de los mayores temores de los padres (especialmente en edades tan complicadas como la adolescencia y la primera juventud) es el que su hijo consuma drogas.

Afortunadamente, existen opciones que pueden ser de gran ayuda a la hora de lidiar con cualquier clase de adicción (por ejemplo, este centro de adicciones jerez que cuenta con un eficaz método para lograrlo); pero, ¿cómo saber si ha llegado el momento de recurrir a ellas? Te lo contamos:

¿En qué debemos fijarnos para descubrir si nuestro hijo consume drogas?

Al convivir con nuestro hijo, tenemos mucho terreno ganado a la hora de obtener las pistas que nos llevarán a conocer si efectivamente está consumiendo drogas. Estas son las cosas en las que debemos fijarnos, aunque evidentemente el que se cumpla puntualmente alguna de ellas de modo aislado no es un indicativo seguro de que esto esté sucediendo.

Bruscos cambios de humor

Las personas que consumen drogas tienen notables cambios de humor, especialmente cuando no están bajos los efectos de estas. Esto es debido a que es precisamente en esos momentos en los que no están drogados cuando el cuerpo reclama una nueva dosis de esta sustancia.

Cuando esto sucede, es muy común que la persona adicta muestre una actitud que puede ir desde una constante irritabilidad hasta los arranques de agresividad. Además, es habitual que esto sea todavía más evidente en presencia de los padres, ya que en este caso lo toman como un impedimento para poder hacer lo que quieren sin sentirse vigilados.

El olor

Existen drogas como la marihuana cuyo intenso olor es realmente complicado ocultar, por lo que es muy posible que tu hijo busque diferentes estrategias como utilizar una excesiva cantidad de colonia, mascar chicle o limpiarse constantemente las manos.

A pesar de todas de estas precauciones, siempre persiste algo de olor en zonas como el pelo, la ropa o las manos. Para percibirlo mejor, puedes recurrir a hablar con él cuando justamente acabe de llegar de la calle o también oler su ropa antes de meterla en la lavadora.

Sus ojos

Aunque cada droga tiene sus propios efectos y esto implica que puedan percibirse señales en diferentes partes del cuerpo, es muy posible que fijándonos en los ojos podamos tener una pista.

  • Marihuana: provoca que los ojos se enrojezcan y tengan una apariencia de somnolencia.
  • Éxtasis: las pupilas se dilatan y los ojos están muy abiertos y con un aspecto muy redondeado.
  • Cocaína: sus efectos son muy similares a los del éxtasis, pero de un modo menos exagerado.

¿Cómo son sus amistades?

En estas edades los amigos son un gran referente para ellos, en muchos casos incluso más que la familia. Por eso mismo, si se junta con consumidores habituales de estas sustancias, aumenta la posibilidad de que desarrolle estos hábitos.

Por eso mismo es tan importante que pongas mucha atención en si tu hijo tiene esa clase de amistades, ya que no es muy difícil suponer que es muy probable que haga lo mismo que los que considera sus iguales.

Otras posibles pistas

  • Huye de sus responsabilidades: por ejemplo, deja de lado responsabilidades como los estudios (malas notas o continuadas ausencias). Esto es más frecuente cuando se trata de drogas duras.
  • Otros miembros de la familia han tenido adicciones. Entre otras cosas, puede influir que personas que él considera como referentes o ejemplos (como padres o hermanos mayores) consuman o hayan consumido algunas de estas sustancias.
  • Su dinero (ya sea logrado mediante su trabajo o gracias a algunos ahorros) desaparece constantemente sin que se sepa por qué. Y es que la droga (especialmente alguna como la cocaína) tiene un coste muy elevado.
  • Puede haber otros cambios en su comportamiento. Existen drogas tanto relajantes como estimulantes y puede ser que esté muy cansado o todo le dé pereza si está consumiendo marihuana o que se le note excesivamente acelerado al hablar o incluso pase días sin dormir si ha optado por las anfetaminas o la cocaína (por poner algunos ejemplos).

Como habrás visto, hay cosas que tal vez pasen desapercibidas si no se está alerta, pero que pueden darnos las claves para descubrir si nuestro hijo requiere de un tratamiento con el que poner remedio a una posible adicción a las drogas.

Y es que es muy importante estar pendiente, ya que, entre otras cosas, esto puede ser determinante en su futuro. Recuerda también que cuantos más de estos factores se cumplan, mayor será la posibilidad de que tu hijo haya caído en este mundo tan perjudicial.

In this article