La moda de los tatuajes es algo que es evidente en la sociedad moderna. Es imposible dar un paseo por una calle medio concurrida y no cruzarte con alguien que lleve uno o varios tatuajes.
Según los últimos estudios, una de cada tres personas que residen en España lleva tatuajes. Los tatuajes suponen una modificación corporal, al igual que los piercing o las operaciones de cirugía estética. No obstante, los tatuajes siempre han tenido cierta discriminación negativa debido a su incapacidad para borrarlos y su carácter desenfadado.
Además, según la visión más clásica de la sociedad, los tatuajes se relacionan con crimen, prisión o delincuencia debido a que antiguamente los presos eran los únicos que se expresaban mediante estos dibujos corporales. Sin embargo, está concepción va quedando atrás ya que los tatuajes son algo bastante habitual en la sociedad moderna e incluso se relacionan con liderazgo, personalidad y talento según qué sector.
Empleo y tatuajes, una relación complicada
Cuando nos referimos a los tatuajes como símbolo de moda y personalidad nos parecen elementos llamativos y bonitos. Sin embargo, si nos metemos en el terreno laboral o profesional, los tatuajes tienen todas las de perder.
A pesar de que la concepción de estos dibujos corporales ha cambiado enormemente durante los últimos años, los tatuajes siguen siendo vistos por los responsables de Recursos Humanos como un obstáculo a la hora de realizar contrataciones para puestos corporativos.
El típico “depende”
Si, depende. Depende del puesto de trabajo al que apliques los tatuajes supondrán un obstáculo más o menos grande para el objetivo de conseguir tu empleo.
Depende de si tus tatuajes están visibles o están escondidos, tendremos más o menos oportunidad de conseguir trabajo.
Si por ejemplo aplicamos a puestos de oficina del tipo administrativo, comercial o marketing es posible que los tatuajes sean un impedimento ya que el trato al público en un sector serio es algo muy importante. Si el código de vestimenta de una empresa es poco flexible, probablemente los tatuajes visibles también serán un obstáculo que debemos evitar.
Las grandes empresas o multinacionales apostarán por personas sin tatuajes para sus puestos de trabajo vacantes, a pesar de que se ha normalizado la visualización de trabajadores con tatuajes.
Para otro tipo de trabajos o empresas más jóvenes y desenfadadas los tatuajes no suelen ser un impedimento a la hora de conseguir trabajo. Hay empresas que buscan empleados que sean capaces de formar parte de su imagen corporativa y las personas con tatuajes suelen transmitir seguridad, talento y arte en muchos casos.
En sectores como el del diseño gráfico, publicidad, deportes extremos o motocicletas los responsables de Recursos Humanos pueden obviar los problemas relacionados con los tatuajes y apostar por este tipo de perfiles para completar las vacantes de trabajo.