La autoestima es tener una actitud positiva en relación a uno mismo, quererse tal como uno es y respetarse. Hay personas que la tienen muy alta, lo que significa que se valoran tal y como son, y otras personas, en cambio, que padecen de falta de ella, lo cual provoca inseguridades en su vida diaria. Una falta de esta consideración de sí mismo tiene a su vez asociados problemas sociales y de integración, ya que la persona que la sufre tiende a aislarse.
Efectivamente, la autoestima está relacionada con la actitud que se tiene sobre uno mismo. Si esa actitud es positiva, la relación con el entorno también se verá como un espacio seguro y acogedor. Si, por el contrario, se tiene una concepción negativa e infravalorada de uno mismo, entonces el mundo se puede volver peligroso e inseguro.
Como cabe suponer, cada persona desarrolla esta visión de sí mismo de manera positiva o negativa a largo de su vida, según la influencia de diversos factores, entre otros las experiencias y sucesos que le van sucediendo con el paso del tiempo.
¿Por qué es importante desarrollar positivamente la percepción de uno mismo?
Es muy importante como individuo desarrollar, trabajar y mejorar la autoestima cada día para sentirse cómodo con uno mismo. Este concepto influye directamente en el estado de humor y en el comportamiento, por lo tanto, se debe aprender como subir la autoestima para ser más felices y tener más posibilidades de éxito en las actividades que se acometan.
Razones por las que se debe aprender a subir la autoestima
Cuando una persona tiene una apreciación de su propia persona, se siente mejor, más confiada y segura y en sintonía con su interior y con todo lo que le rodea.
El autoconocimiento es importante a la hora de trabajar este concepto, pues conocer los propios puntos fuertes y débiles hace que la persona pueda trabajar sus virtudes. De este modo, se consigue llegar a la autorealización como personas y se consigue tener una visión más positiva de uno mismo y, por ende, del mundo.
Por otro lado, afrontar el mundo con una visión positiva hace más fácil conseguir metas y objetivos. A esta actitud los psicólogos la llaman la profecía del autocumplimiento. Para entenderlo mejor, basta con un ejemplo ilustrativo. Si un alumno con autoestima baja cree que no va superar el curso, es más que probable que no lo consiga. El motivo principal es que no hará todas las cosas necesarias para superarlo: prepararse a fondo los exámenes, las tareas…
Esa falta de confianza en uno mismo lleva, en muchas ocasiones, al abandono de las metas y objetivos. En cambio, cuando se tiene una autoestima alta, con una visión positiva y una actitud proactiva, se puede conseguir todo o casi todo lo que cada individuo se proponga.
Por último, una persona que se siente bien con uno mismo y goza de una buena salud en este sentido, se relaciona mejor con el entorno y es más sociable. No tendrá dificultades para conocer y establecer contacto con gente nueva, tampoco tendrá el más mínimo problema para adaptarse a distintos entornos sociales, interaccionar de forma positiva y mantener relaciones duraderas.
¿Qué se necesita para desarrollar la autoestima?
Hay una serie de factores que hacen falta para desarrollar este factor de la personalidad. El primero de ellos es imprescindible y se trata del autoconocimiento. Conocerse uno tal y como es, con sus virtudes y defectos, marca la clave para conseguir el segundo de los objetivos.
El segundo punto es la autoaceptación. La persona que se conoce realmente debe aprender a aceptarse tal y como es, a valorarse y quererse incondicionalmente, en todos los contextos ante los que le enfrente la vida.
El tercer aspecto que hay que trabajar es el de sacar el máximo potencial. Una vez que el individuo se conoce, y se acepta, debe trabajar para sacarse el máximo rendimiento. Cuando se conocen los puntos fuertes, hay que centrarse en ellos, potenciarlos y desarrollarlos.
El cuarto aspecto trata de minimizar los puntos débiles. Del mismo modo que es importante conocer las virtudes para desarrollarlas, hay que trabajar los defectos para conseguir minimizarlos. No se deben de echar al olvido, se deben trabajar con paciencia, pues ya se sabe que es el talón de Aquiles.
¿Puede ser negativa una autoestima demasiado alta?
No es lo mismo la autoestima que lo que los psicólogos denominan autoevaluación de grandiosidad. La autoevaluación de grandiosidad es una visión distorsionada positiva de uno mismo, que consiste en verse mucho mejor de lo que uno es en realidad. Son ejemplos las personas a las que se considera narcisistas, aquellas con delirios de grandeza o personas bipolares en estado maníaco. En este último caso, representan un peligro para ellas mismas porque se creen ser capaces de todo e imparables.
Una excesiva autoestima solo puede llegar a ser negativa si no se es consciente de ello, pero en muchas ocasiones simplemente se desarrolla como mecanismo adaptativo para conseguir objetivos. Ejemplos de este tipo es la alta confianza en uno mismo para conseguir metas, como un trabajo, mantener la motivación durante la preparación de unas oposiciones…